Experimento social

Conoce los efectos psicológicos, emocionales y físicos que causa el acné.

 

En este pequeño manual encontrarás algunas de las respuestas a preguntas comunes que en algún momento te pueden pasar por la mente.

Como parte del programa de educación al paciente el ACNÉ TOMA TIEMPO hemos trabajado en conjunto para poder brindarte una orientación integral en el aspecto dermatológico y psicológico.

Es importante recordar que hay dos acciones que marcan la diferencia en el tratamiento del acné:

1. Asistir a consulta con tu Dermatólogo.

2. Buscar orientación psicológica para ayudarte a entender la manera en que tus emociones afectan el estado de tu piel.

ACNÉ Y ESTRÉS

Comencemos por las dos emociones que pueden aumentar los brotes de acné: la ansiedad y el estrés

La ansiedad es un estado mental en el que el individuo se encuentra en un estado de inquietud constante y una inseguridad intensa que marca el ritmo de su vida y sus decisiones haciéndolo presa fácil de sus propios pensamientos.

El estrés es ese estado mental en el que el individuo se ve sobrepasado por su propia exigencia o la del exterior generando cansancio emocional y un sinfín de problemas de tipo físico entre los que se destacan la gastritis, colitis y más enfocados en el tema dermatológico las dermatitis y el acné.

En este punto es seguro que te preguntes:

¿Porqué estos dos estados mentales me causan acné? La respuesta es: gracias al cortisol

El cortisol es una hormona que se segrega en tu cerebro cuando se encuentra en estado de alerta, en pequeñas dosis es muy útil ya que puede funcionar para sacarnos de situaciones de peligro, sin embargo, en grandes dosis produce cambios fisiológicos importantes y es responsable de insomnios, aumento de peso y claro, acné.

Entonces ante la ansiedad y el estrés crónico el cortisol se hace presente generando más brotes y gracias a los brotes se tienen dos problemas más: la pérdida de autoestima y la depresión

La depresión se entiende como un sentimiento de desesperanza que se instala en el individuo y le impide realizar sus actividades de manera normal, afecta su vida diaria, patrones de sueño y de alimentación.

La autoestima es el conjunto de juicios que hacemos acerca de cómo somos. Estos juicios están asociados a un conjunto de emociones y sentimientos que pueden ser constructivos o destructivos.

Se entiende que a mayor autoestima menor es la depresión así que, si estás constantemente juzgando tu propio ser con pensamientos destructivos el nivel de autoestima se ve afectado y la depresión se fortalece.

Un nivel de depresión severo puede llevarte a pensamientos muy negativos que afectarán la manera en la que te desenvuelves en la escuela, casa o trabajo.

Esto aumentará tu inseguridad y te será mucho más difícil tomar decisiones por lo que, para ayudarte un poco en este proceso te dejamos algunos consejos.

Acércate a personas que puedan ayudarte, familiares, amigos, especialistas, pero sobre todo, aprende que tu mejor ayuda eres tú y cada tratamiento funcionará mejor si estás receptivo y con pensamientos constructivos.

Ayúdale a tu mente a controlar la ansiedad practicando “el momento presente”, es decir, recuérdale que el futuro aún no llega, preocuparse en exceso no ayuda ni resuelve nada, da tres respiraciones profundas mientras te recuerdas lo anterior.

Si tienes que gritar, grita, solo recuerda que las personas a tu alrededor no tienen la culpa de lo que sientes, para estos casos las almohadas son un gran recurso para gritarles y no hay peligro de lastimarlas.

Por último y muy importante, identifica si tienes pensamientos contra ti, si te sientes inseguro al hablar con los demás, si tu vida diaria se está viendo afectada, si no encuentras nada bueno en tu ser, si pensaste en alguna ocasión poner en peligro tu vida, busca apoyo y no esperes más, queremos verte bien en todos aspectos.

Realiza una lista de tus cualidades para ayudar a fortalecer tu autoestima.

Celebra cada triunfo por pequeño que parezca para que la depresión se mantenga a raya.

Mírate al espejo y date cuenta que este problema tiene solución solo es cuestión de acercarte al especialista adecuado además aumentarás tu autoeficacia al darte cuenta que en tus manos, tienes la solución si le das el tiempo adecuado.

Controla tu estrés agradeciendo 3 cosas maravillosas que tengas en tu vida.

Practica la paciencia y sigue las instrucciones de tu Dermatólogo. Recuerda que no por aplicarte más producto este actuará más rápido, tampoco por utilizar el tratamiento un día al otro estarás sin brotes. Dale tiempo, sé constante y verás que toda mejora.

No te compares con tus amigos, compañeros, familiares o personas en las redes sociales, no hay nada que afecte más la autoestima que querer parecernos a alguien más.

Deja de exprimir, tocar, rasguñar y lastimar tu cara, esto solo aumentará la irritación, la inflamación y además te hará sentir desesperado y estresado (para este momento ya conoces como esto afecta tu piel).

TRATAMIENTO

Para generar una rutina de belleza saludable es necesario de tu apego y compromiso para lograrla.

Estamos expuestos a un sinfín de productos que te prometen “soluciones inmediatas” que más que ayudarte en esta etapa, seguro te empeorarán.

Por eso es importante recordarte estos fáciles pasos recomendados por una psicóloga experta para poder construir una rutina de tratamiento duradera.

Pega un calendario en tu espejo y marca los días que cumpliste con tu tratamiento de día y de noche.

Sé constante, si no completaste un paso anótalo y busca concluir ese pendiente

Procura mantener juntos tus productos de tratamiento para facilitar la aplicación y reducir el tiempo.

Crea una atmósfera que te motive entorno a tu rutina, poner música siempre es bueno para cambiar el ánimo.

No cambies tus productos de tratamiento a menos que tu Dermatólogo lo señale, esto podría retrasar la creación de tu rutina de tratamiento.

ALIMENTACIÓN

El papel de la dieta en la prevención y el tratamiento de enfermedades ha sido la base de publicaciones e investigaciones diversas, durante mucho tiempo la educación médica lo consideró con escepticismo o, directamente, lo negó.

La dieta occidental rica en azúcares altera la regulación de los genes dependientes en el acné, afecta el metabolismo y formación de grasa por las glándulas sebáceas.

El consejo dietético complementario en el manejo del acné es una oportunidad de no solo participar en la mejoría del acné, sino de prevenir otras enfermedades, como la obesidad, la diabetes mellitus, el cáncer y enfermedades neurodegenerativas.

Aunque el consejo dietético puede resultar difícil por las costumbres étnicas, recomendar una dieta “equilibrada”, siempre será buena opción para mejorar tu salud y rendimiento académico.

Evita cereales, barras, ni pan de caja o galletas enriquecidas con vitamina B.

Las proteínas y multivitamínicos ricos en complejo B, pueden producir desorden en tu piel.

Restringir carbohidratos refinados, alcohol, refrescos y “fast food”

Evita chocolates, el cacao en polvo y sin azúcar son la solución.

Procura cambiar a medida de lo posible a lácteos orgánicos para acompañar tus alimentos.

Realiza ejercicio y duerme lo suficiente, cumplir con tus ciclos de sueño ayudará a sentirte mejor.

Para concluir bien vale citar a Hipócrates, quien afirmaba:

Deja que la comida sea tu remedio y que el remedio sea tu comida

Entonces la comida construye o destruye nuestro organismo, por lo que se podría concluir que nuestra piel es “lo que comemos”.