Piel normal, seca a atópica

La piel seca carece de lípidos (grasas). La piel es incómoda, tirante y picazón. El grado de sequedad puede variar significativamente según el entorno y el estilo de vida.
Las sensaciones de malestar pueden ir acompañadas de brotes de eccema atópico, o pueden ser permanentes, especialmente en las personas mayores.
Dermatitis atópica del lactante o xerosis senil: en todos los casos de piel seca, la barrera cutánea se debilita y debe fortalecerse de forma duradera. 

La piel seca es incómoda, áspera y tirante, con sensación de ardor, descamación y, a veces, incluso grietas en casos de xerosis grave. 

La piel irritada y con picazón a la piel propensa a temas atópicos es extremadamente seca y particularmente sensible a su entorno. En el caso de la dermatitis atópica, una patología hereditaria, aparece durante la infancia en las primeras semanas de vida.