¿Dos pasos o cinco? En el universo del cuidado facial, hay muchas opciones, pero la clave no está en seguir una fórmula universal, sino en entender lo que tu piel necesita en cada momento. Conocer las funciones de cada paso y adaptarlos a tu estilo de vida, tipo de piel y objetivos dermatológicos es el primer acto de respeto hacia tu biología cutánea.
¿Por qué importa la cantidad de pasos?
La piel es un ecosistema vivo, dinámico y cambiante. Según la ecobiología (filosofía que guía a BIODERMA), debemos trabajar con la piel, no contra ella. Esto implica observar sus señales y adaptar nuestra rutina sin sobreestimularla. No se trata de más es mejor. Una rutina extensa no es sinónimo de mayor eficacia si no responde a las verdaderas necesidades de tu piel.