Cómo distinguir un quiste sebáceo de acné
Los quistes sebáceos y el acné tienen historias de origen casi idénticas, pero son el resto de los síntomas los que te dan una idea de cuál es cuál.
El acné y los quistes sebáceos comienzan en las glándulas sebáceas que se encuentran dentro de la piel y que son responsables de la creación de sebo o grasa. La grasa juega un papel importante en nuestra piel ya que ayuda a bloquear agentes externos, pero a veces las glándulas se tapan.
Cuando la glándula sebácea está bloqueada, puede formar lentamente un quiste sebáceo, pero también puede convertirse en acné. El acné y los quistes sebáceos son comunes en la cara, la espalda, el cuello y los hombros porque son áreas donde las glándulas sebáceas son más abundantes.
A partir de aquí, el acné y los quistes sebáceos toman caminos separados, que son clave para diferenciarlos.
- Un quiste sebáceo suele crecer hasta convertirse en una masa móvil, significativamente grande y por debajo de la piel. Los quistes sebáceos se pueden desarrollar durante semanas, meses o incluso años.
- El acné, por otro lado, se caracteriza por crecimientos más pequeños, de forma más cónica, a menudo con un punto blanco visible. Este punto blanco es el sebo o pus visible que se ha acumulado dentro de una espinilla.
- Los quistes sebáceos generalmente se aíslan en un solo crecimiento en un área, mientras que el acné generalmente ocurre en grupos o en áreas problemáticas en grupos llamados "brotes".
- Tanto los quistes sebáceos como el acné tienen el potencial de inflamarse y enrojecer la piel circundante.